miércoles, 31 de julio de 2013

El video prohibido de Beatriz Rojkés y José Alperovich

Estimado lector,

Si usted está interesado en ver lo que el título promete le aviso que no encontrará ello aquí. El encabezado era sólo un engaño publicitario, por lo que pido disculpas. De cualquier manera si usted desea realmente apreciar un espectáculo tan tétrico como un episodio amatorio entre esos dos personajes le aconsejo que visite a un psiquiatra, pues el interés por lo abyecto es síntoma de peligrosas psicopatologías.

Sobre lo que si discurriré aquí es acerca de los videos y las fotos de las vacaciones del matrimonio Alperovich en los Emiratos Árabes Unidos que, en estos días, revolotean por todos los diarios del país. Confieso que más de una vez me sentí tentado a visitar esa parte del mundo, pero como el paraíso fiscal que escogí para resguardar mi dinero de las garras de un Estado despilfarrador no es el Seychelles por el que optan los kirchneristas entonces no he tenido aún la posibilidad de recorrer esos oasis de la península arábiga.

De cualquier modo, en caso de que viajase hasta la tierra de los petrodólares, procuraría yo pasear con ropa cómoda pero elegante, pues, como bien observa mi amiga Victoria Villarruel, gastar una pequeña fortuna en las vacaciones para salir vestidos en las fotos como si hubieran ido a hacer una incursión al Mercado Central deja en evidencia el bochornoso estatuto de nouveau riche y de avaro (que, por supuesto, es una marca personal de los Alperovich).

Los videos exhiben a una piara de empleados públicos entrando y saliendo de hoteles cuyas tarifas ningún empleado público podría afrontar si sólo viviera de lo que le da su salario. Por momentos se los ve a los ministros Osvaldo Jaldo y Jorge Gassenbauer embelesados por una impúdica odalisca que sacude el vientre frente a sus mandíbulas babeantes. Calculo que el Gobernador, en ese momento, se habrá lamentado de su publicitado accidente “en bicicleta” que sufrió hace unos años.

Algo que no se ve en imágenes pero que se comenta desde que los matrimonios más voraces de Tucumán retornaron a la Argentina, es que Alperovich encontró el cajero automático que en Dubai entrega no billetes sino piezas de oro. Semejante artefacto le causó una gran exaltación al Primer Mandatario provincial (similar a la que sentía Néstor Kirchner al ver una caja fuerte de más de un metro de altura). Se dice que el Gobernador estuvo a punto de hacer una extracción, pero al no poder hallar la misma cantidad de oro de imitación para cargar en la bolsa destinada a proteger el oro auténtico finalmente desistió.

La fiesta de derroche se visualiza ahora, a pocos días de las PASO, pero también en la fecha en que se cumple el centenario de la muerte del Gobernador Lucas Córdoba. Córdoba fue un gobernante excepcional de la provincia, que trabajó mucho para paliar las deficiencias en materia de distribución de agua y de calidad educativa (dos males que han retornado ahora en épocas de Alperovich). Su desapego por la acumulación de bienes fue proverbial. Juan B. Terán señaló que un ideal superior hizo germinar en él “la indiferencia, mezcla de piedad y de desdén, por las fortunas que perseguimos locamente los hombres; y no aspiró al poder por sensualidad, ni fue pobre por ineptitud, sino porque sólo un ideal humano o social, pero grande, le merecía la pena de obrar y de vivir”. Córdoba, claro, nunca viajó sobre el lomo de un camello.


César Thames

No hay comentarios:

Publicar un comentario