viernes, 6 de junio de 2014

¡Ni para eso sirve Senadora!

Amigo lector, 

Leyendo los diarios nos enteramos que la ignorante que ocupa el puesto de Senadora Nacional por la provincia de Tucumán, la nefasta Beatriz Rojkés de Alperovich, recordó súbitamente que está en el parlamento para representar al Norte argentino y no al sionismo de Medio Oriente, por lo que presentó un proyecto que seguramente mejorará la calidad de vida de los tucumanos: pedir que el rostro de Juan Bautista Alberdi aparezca en algún billete de curso legal. 

Habiendo tanto por hacer por la provincia, esta señora prefiere no hacerlo y dejar en claro que padece de fetichismo por los billetes. Para colmo de males, la esposa de Alperovich no se atrevió a proponer la creación de un billete de $200 o de $500 que le facilitaría la vida a todo aquel que vive en Argentina, sino que sólo se limitó a sugerir que Alberdi aparezca en los billetes. 

Lo peor de todo es que esta brillante iniciativa de llevar a Alberdi al papel moneda tuvo por excusa la celebración del Bicentenario de la Declaración de Independencia del 9 de Julio de 1816. Así como lo leyó. Alberdi, en 1816, era apenas un niño, brillante, pero un niño al fin. "Betty la Bruta" sostiene que los trabajos alberdianos sobre derecho constitucional plasmaron los ideales independentistas, y por ello la efigie del abogado y economista debería ser reproducida por las imprentas que el Estado le compró hace no mucho a la Calcográfica Ciccone. Si vamos al caso también el General Jorge Rafael Videla hizo mucho por retomar los principios de la Independencia Nacional, pero ese Presidente poco y nada tiene que ver con el Congreso de Tucumán de 1816, ya que, para la época en que tuvo lugar, ni siquiera había nacido. 

Lo que la madre de la piloto Sara Alperovich debería hacer es conseguirse mejores asesores, y no los parásitos que la hacen ver más ridícula de lo que actualmente es. De ese modo, si la intención es inventar un billete, entonces podría proponerse una pieza que esté ilustrada con la imagen de la Casa de la Independencia de un lado, y la de alguno de los hombres que participaron de la Declaración de Independencia del otro (Francisco Narciso Laprida, José Eusebio Colombres, José Ignacio Thames y tantos otros), o bien, en un gesto de grandeza, podría ponerse un mapa argentino, pero de aquella Argentina de 1816 que incluía partes de lo que hoy es Bolivia, Chile, Paraguay y Uruguay -y que quizás pronto sea también Israel.



César Thames

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